El 14 de febrero suele estar acompañado por la ansiedad de encontrar el regalo perfecto para esa persona indispensable en tu vida.  Sea tu novia o tu mejor amiga, es normal que pases trabajo encontrando el regalo justo para esta ocasión. Aquí tienes varias ideas para aliviar esa ansiedad inevitable. Cuando vayas de compras ten en cuenta que los regalos inolvidables son los que tienen un significado sentimental; el valor material no es lo más importante.

Nunca te puedes equivocar cuando optas por una sorpresa absolutamente clásica y elegante como una cena romántica en un buen restaurante o un ramo de catorce rosas rojas. Pero un regalo no siempre tiene que ser algo caro, usa tu creatividad para crear algo que tenga un significado especial. Por ejemplo, junta fotos que capturen sus tiempos juntos y construye un afiche de esto.

Kevin Torgas, un estudiante de décimo grado dice, “El día de San Valentín es en que los sentimientos amables que tenemos los unos por los otros se manifiestan en una flor, en un dulce, o en un poema escrito con mucho cariño. Lo importante es recordar que las personas que nos envían estos regalitos lo hacen por alegrarnos en este día y que estas cositas materiales son acompañadas por un gran cariño.”

Otra alternativa económica es crear un pequeño álbum de fotos o de recortes que conmemoren los momentos que han pasado juntos. A todo el mundo le gusta la música, entonces hazle un disco lleno de sus canciones favoritas y cada vez que lo oiga pensara en ti.  Si quieres algo más atrevido monta una serenata, aunque no puedas cantar, el hecho de que te hayas tomado el tiempo para aprender una canción solamente para ella le hará sentirse especial.

Gisselle González, una estudiante de décimo grado explica, “Yo creo que no importa el tamaño del regalo ni su precio natural, lo que importa es que esa persona se acordó, pensó en mí y me dio un regalo lleno de cariño para celebrar nuestra amistad.”

Lo más importante de este día es apreciar nuestras amistades y las relaciones especiales que hemos formado tras el curso de nuestras vidas.