Al parecer los carruajes tirados por caballos podrían permanecer en Nueva York después de todo, pero solo en Central Park. Ese es el resultado de un trato anunciado el domingo entre la ciudad de Nueva York y la industria de los carruajes tirados por caballos.

El negocio propuesto por la ciudad de Nueva York, el cual todavía tiene que ser aprobado por el consejo de la ciudad, restringe la operación de los carruajes tirados por caballos exclusivamente a Central Park desde el 1 de junio. La cantidad de caballos con licencia disminuiría de 180 a 110 para finales del año. En el 2018, se construiría un establo para los caballos en Central Park. El trato también impone algunas restricciones cuanto al uso de los bici-taxis en la parte sur del parque.

Una declaración conjunta del alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, la presidenta del consejo municipal, Melissa-Mark Viverito, los líderes del sindicato y el conductor de carruajes, Stephen Malone, elogió el acuerdo.”Nos complace haber llegado a un acuerdo sobre el concepto del futuro de la industria de los carruajes tirados por caballos en Nueva York,” dice la declaración. “Estamos ansiosos por trabajar juntos en los detalles finales de esta legislación y colaborar para que sea aprobada”.

“Esta propuesta del alcalde de Nueva York me parece fascinante,” dijo el estudiante de onceno grado, Manuel Marin.

El destino de los carruajes en las calles de Nueva York ha estado en duda desde que de Blasio asumió el cargo hace dos años. De Blasio, aclamado por los activistas de los derechos animales, prometió prohibir los carruajes tirados por caballos –una popular atracción turística– durante su campaña. En ese momento, de Blasio dijo que la práctica era inhumana, un sentimiento compartido por NYCLASS, un grupo de defensores de los derechos de los animales.

“Los caballos no pertenecen a un ambiente urbano congestionado,” afirma NYCLASS en su sitio web. “Ellos constantemente respiran los gases de los tubos de escape mientras que esquivan el peligroso tránsito… confinados a los ejes de sus carruajes y a sus minúsculos establos sin acceso a pastos verdes.”

Malone, un conductor de carruajes desde 1987, ha debatido estas afirmaciones al decir que los “caballos viven una vida extremadamente maravillosa aquí,” que no están sobrecargados de trabajo y que todos ellos tienen al menos cinco semanas de vacaciones. De Blasio había propuesto la sustitución de los carruajes con autos antiguos eléctricos impulsados por los mismos conductores de carruajes.

“La ciudad está haciendo una decisión muy sabia teniendo en cuenta que los carruajes de caballos han constituido una parte cultural y tradicional de Nueva York por décadas,” dijo el estudiante de noveno grado, Alfredo Vieira.

Según Malone, los carruajes tirados por caballos son una atracción turística popular, no solamente en Nueva York, sino también en otras ciudades estadounidenses tales como Chicago, Filadelfia, Nueva Orleans, Salt Lake City, Honolulú, Boston y Charleston, Carolina del Sur.