El embajador ruso en Turquia , Andréi Kárlov, fue asesinado el lunes 19 de diciembre del 2016, en Ankara por un policía turco que clamó venganza al dispararle mientras el diplomático estaba haciendo una declaración en una exposición de fotografía en un céntrico barrio de la capital turca. Moscú clasifico esta acción como un “atentado terrorista”. El agresor fue “neutralizado” por la policía en el mismo edificio.

El acto se produjo en una conocida galería del barrio de Cankaya, donde se concentran la mayor parte de las embajadas extranjeras. Las autoridades turcas dieron orden de reforzar la seguridad en torno a la delegación rusa en Ankara, debido a que en la última semana se produjeron grandes manifestaciones ante los consulados de Rusia e Irán prometiendo venganza por Aleppo (ciudad en conflicto, Syria). Después que el asesino disparara numerosas veces al embajador gritó: “¡No se olviden de Aleppo, no se olviden de Siria. A menos que nosotros estemos todos seguros, ustedes tampoco sentirán seguridad. ¡Vuelvan, vuelvan! Todos aquellos que comparen esta opresión y tortura pagarán por ello”.”Solo la muerte me llevará de aquí”, concluyó el hombre en turco, después de gritar varias veces “Alahu Akbar” (Dios es Grande, en árabe), así como otras frases en árabe, antes de ser él mismo abatido por las fuerzas de seguridad turcas.

El embajador ruso fue trasladado aún con vida a un hospital donde acabó falleciendo . Según los medios locales informaron que dos personas resultaron heridas y en los vídeos del ataque, el agresor aparece justo detrás del diplomático, vestido con un traje y corbata negros, lo que hizo pensar a algunos asistentes que se trataba de un escolta. El agresor fue identificado al momento, se trata de un joven de 22 años, procedente de Aydin (noroeste de Turquía), que servía desde 2014 en la Policía de Ankara y en la actualidad se hallaba fuera de servicio de la unidad anti disturbios.

“Considero que fue un acto inhumano, cruel y de cobardía al atacar a un hombre desarmando y desprevenido por la espalda; hay muchas maneras de arreglar conflictos internacionales que no sean por medio de la violencia, solo espero que este atentado terrorista no traiga mas conflictos y mas guerras entre las naciones involucradas,” dijo el estudiante de onceno grado, Yordan Borges.

El atentado contra Kárlov tendría como objetivo principal obstaculizar las relaciones entre Turquía y Rusia. Según  los informes se pretendía paralizar los vínculos entre ambos países que en los últimos años han sufrido muchos altibajos.  Moscú y Ankara habían roto prácticamente relaciones tras el derribo de un caza ruso por aviones de combate turcos en noviembre de 2015. Rusia introdujo sanciones económicas contra Ankara, que afectaron a las importaciones de frutos y vegetales turcos, así como al turismo. Fue precisamente Kárlov, que estaba al frente de la Embajada desde 2013, quien tuvo que enfrentar esa crisis y normalizar relaciones. El director del Centro de Investigaciones Orientales y Diplomacia Pública,Vladímir Avátkov, considera que este acto se ha realizado en un momento muy delicado, en que Moscú y Ankara estaban manteniendo importantes conversaciones sobre temas bilaterales y sobre la situación en Siria.