Este pasado lunes el departamento de seguridad declaró que en poco tiempo se cancelará el programa TPS para inmigrantes salvadoreños. El TPS permite que estos indocumentados vivan y trabajen en los Estado Unidos, y lo ha hecho desde el 2001. Debido a varios terremotos en El Salvador en el año 2001 la protección, que existe desde el año 1990, se extendió a este grupo. Desde entonces el TPS ha sido renovado para los Salvadoreños cada 18 meses, pero ya no es el caso.

Esto es parte de los esfuerzos de limitar el número de extranjeros y inmigrantes por parte de la administración de Trump. Salvadoreños bajo TPS tienen hasta el 9 de septiembre del 2019 para salir del país o encontrar una forma de obtener residencia permanente. Después de esta fecha esos que se encontraban protegidos ya serán elegibles para la deportación. Aunque el gobierno mantiene que esos que permanezcan en el país después de la fecha límite no son prioridades en cuanto a la deportación, pueden ser tomados en custodia a cualquier momento.

“Pienso que es completamente injusto que estas personas tan trabajadoras tengan que volver a un país donde no van a poder desarrollarse. Si fuera una situación ideal me imaginó que a ellos les gustaría vivir en su país pero las situaciones actuales ponen su vida en riesgo. Trump y esos en cargo deben ser más considerados, especialmente en los casos de familia,” dijo sophomore Alexa Riedmiller.

En este momento los arrestos por agencias de inmigración han subido un cuarenta por ciento, creando mayor preocupación entre esos que se encuentran sin estatus legal. Con unos de los niveles de homicidio y pobreza más altos del mundo, El Salvador no es un lugar seguro para esos que deben volver. Hace semanas 45,000 haitianos recibieron las mismas malas noticias y nicaragüenses hace un año, que ya no estarían protegidos. También están en riesgo los 800,000 jóvenes bajo DACA, que sin apoyo del senado se verán sin protección en marzo.

“En tiempos como estos siento pena al decir que soy americano. El gobierno puso un fin a TPS para los salvadoreños y me parece una tragedia. Separar a más de 200,000 personas de sus familias es cruel. La administración de Trump no tiene la empatía como una prioridad. Me preocupa por el futuro de este país supuestamente libre,” dijo junior Alain Perez.

El departamento de seguridad justificó la decisión de cesar TPS, diciendo que las situaciones adversas que existían por resultado de los terremotos ya no son válidas. Muchos salvadoreños prefieren permanecer en los Estados Unidos ilegalmente que volver a su país natal. En el salvador solo hay violencia y pobreza y para estos individuos este país significa esperanza. También, muchos salvadoreños bajo TPS tiene hijos ciudadanos norteamericanos lo que hace la situación más complicada todavía.

Sin sus ciudadanos fuera del país El Salvador no pudiera mantenerse, ya que se estima que el dinero que salvadoreños viviendo en los Estados Unidos mandan a sus familiares llega a ser un asombrante 4.6 miles de millones, 17 por ciento de la economía del país. Los Estados Unidos se quedará también sin trabajadores que realizan las tareas más rigurosas y laboriosas.