Competencia SECME 2018: una gran experiencia

Rubén Escobar (Highlights)

El club de ingeniería mostrando orgullosos su creación mientras sonrien para una foto.

Jimena Romero, Staff Writer

El consorcio del sudeste para minorías en ingeniería (SECME por sus siglas en inglés) es un programa dedicado a las secciones de primaria, secundaria y bachillerato, en el que se les invita a tanto estudiantes como padres y maestros a  estar más involucrados en actividades relacionadas con ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Año con año, este programa organiza diferentes competencias regionales en cada una de estas materias invitando a escuelas a participar con ciertos proyectos para crear un ambiente competitivo entre los estudiantes demostrando sus habilidades en las respectivas áreas.

La competencia de este año, se llevó a cabo el pasado sábado 10 de febrero en Miami Dade College, North Campus, en la que Gables tuvo la oportunidad de participar llevando entre 20 y 25 estudiantes,  miembros de los clubs de ingeniería y SECME, quienes trabajaron en diferentes proyectos desde el principio de este ciclo escolar.

Club SECME

Este club participó en 3 competencias con diferentes proyectos hechos por 3 miembros del club cada uno, además de competir en el math bowl y brain bowl. El profesor al mando de este club es Mr. del Valle, quien enseña física en uno de los muchos salones que Coral Gables tiene. Tan solo lleva 2 años enseñando, y ya ha logrado destacar a todos estos alumnos con todos y cada uno de los proyectos que realizaron.

 Mousetrap car

Uno de los tres proyectos que el club SECME elaboró consistió en convertir una trampa para ratones en un carro funcional, mismo que mas tarde compitió con los proyectos de otros participantes, en los que los jueces calificaron basándose en la distancia y rapidez que podían recorrer. Aunque los ganadores no han sido publicados aún, se esperan resultados positivos en cuanto al desempeño de los representantes de nuestra escuela en este concurso.

“Básicamente, nuestra experiencia fue el tener que resolver problemas [que se iban presentando] para asegurarnos que nuestro puntaje fuera más alto, trabajando muchísimo de manera independiente, asegurándonos de seguir todos los requisitos y las fechas de entrega […] yo amo SECME, en el pasado me ha llevado a conocer nuevas personas, oportunidades y experiencias en el aprendizaje en general,” dijo Sofia Alfonso, sophmore y miembro del SECME club, quien participó en la elaboración de este producto.

Egg dropper
Otro de los proyectos que compitieron representando a nuestra escuela fue un producto cuyo propósito era evitar la ruptura de un huevo al estrellarse contra el suelo con una caída de 15 cm de altura como mínimo. Los jueces se enfocaron al calificarlo, en la eficacia del producto dependiendo en la condición final del huevo. Aunque este proyecto no ganó ningún premio, logró pasar la primera ronda.

Generador

En esta competencia 3 estudiantes miembros del club SECME, trabajaron arduamente al construir un generador. No fue una tarea fácil, debido a que, su principal fuente de energía, debía de ser el agua. La meta de este proyecto era llegar a la mayor cantidad de voltaje posible en 30 segundos. Sin duda alguna, este dejó un gran impacto en los jueces, pues Gables tuvo el honor de recibir el trofeo de primer lugar en el generador por segundo año consecutivo.

El club de ingeniería

El propósito de este club es el que los estudiantes inventen robots y máquinas que faciliten la ejecución de las actividades diarias. Desde el diseño, hasta las mismas piezas que los componen . El profesor a cargo de este interesante y divertido club es Mr. Bosch, quien también forma parte del staff de maestros, debido a las clases de química que enseña. En total, este club compitió con 2 proyectos, elaborados por los miembros del club; un arduo trabajo que llevo varios meses en  completarse.

“Aquí en ingeniería trabajamos duro para crear robots e incluso manos biónicas. También tenemos una impresora 3D. No biggie. En este pequeño club intentamos tener la mayor diversión con ciencia y tecnología, mientras  seguimos las fechas de entrega y creamos artefactos dignos de competir.” dijo Rubén Escobar, sophomore y vicepresidente de este club.

Competencia VEX

Esta interesante competencia consistió en que un robot a control remoto, construido totalmente por los estudiantes con los mejores materiales, siguiera un circuito realizando diferentes acciones establecidas previamente por los jueces, como apilar conos, levantar los, cambiarlos de posición, etc. La criteria que siguieron al calificar y reconocer a los mejores robots, no fue precisamente el mejor construido, ni el que estaba compuesto de los mejores materiales, en cambio, los jueces se fijaban más en la capacidad del robot para cumplir con las actividades establecidas. El desempeño del robot que representó a nuestra escuela fue muy bueno, y aunque no ganó un premio grande, estamos seguros que la posición que recibió fue de las mejores, misma que será confirmada por los resultados que serán más adelante publicados.

“Nos estuvimos preparando desde el principio del año para la competencia VEX.  Básicamente lo que hicimos durante los primeros meses fue diseñarlo en la computadora y fijarnos que pudiera cumplir con todas las tareas, realmente innovando y creando; una de las partes mas difíciles de la ingeniería[…],” nos compartió sophomore, Luis Gonzalez.

Mano Biónica 

Este proyecto fue sin duda uno de los más fascinantes del evento. Consistió en realizar de forma creativa una mano robótica que tuviera la habilidad de tomar cosas y soltarlas con tan solo apretar un botón. Usando la mano de uno de los participantes como referencia, los miembros de este equipo  diseñaron la mayor parte de las piezas en un programa llamado Autodesk Inventor para más tarde imprimirlas a 3D. Para terminar, ellos elaboraron un guante con materiales especiales que hicieron que no solo funcionara como una mano real, sino que también se viera como tal. Para calificar este proyecto, los jueces pusieron a prueba la habilidades de la mano, con diferentes actividades como cambiar objetos de lugar y servir agua de una botella a un vaso. Aunque no ganó ningún premio, podemos decir que la gente quedó impactada con el proyecto, ya que se pararon a tomar fotos del mismo.

“La competencia estuvo difícil y divertida. Me gustó, aprendí mucho [de esta experiencia].” dijo sophomore, Naiyla Durand.

El esfuerzo que los estudiantes dedicaron a cada uno de sus proyectos fue admirable y la experiencia que vivieron al competir, inigualable.  Esperemos que su progreso sea notorio a medida de que pasa el tiempo y que el año que viene cumplan muchas metas más.

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