Proyectos creativos: una clase de ciencias diferente

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Jimena Romero

Jasmine De la Rosa (izquierda), Chloe Casaudoumecq (medio), Madison Abraham (derecha), posando para una foto mostrando el resultado final de su proyecto de química.

Jimena Romero, Staff Writer


Cuando se trata de las materias escolares a nivel de preparatoria, las ciencias, ya sea enfocada en biología, química, física, anatomía o cualquier otra de sus ramas, ha logrado abrumar a uno que otro estudiante por su nivel de complejidad. Sin embargo, algunos maestros en Gables han encontrado diferentes estrategias para despertar el interés de sus estudiantes en la asignatura. En ambas clases de física y química, los maestros Sr. Del Valle y Sr. Cartas, quienes las enseñan respectivamente, han asignado proyectos creativos  a sus estudiantes con el objetivo de poner a prueba sus habilidades y facilitar su comprensión en los temas discutidos en  clase.

Puente de palos de madera

En el salón 2106, Sr. Del Valle imparte su clase de física, donde recientemente asignó a sus alumnos la tarea de construir un puente con pequeños palos de madera. El principal objetivo del proyecto fue explorar la relación entre la fuerza de la gravedad y la masa. Para llevarlo a cabo el profesor dejó a sus estudiantes diseñar el puente de forma creativa, siempre y cuando las medidas de ancho y largo se respetaran.

El proyecto fue puesto a prueba al ponerlo paralelo al suelo con ayuda de dos taburetes y libros, mientras se agregaban pesas de kilogramos en la cubeta por Mr. Del Valle.

La presentación final de este consistió en una prueba aplicada por Sr. Del Valle para explorar la cantidad de peso que el puente podía aguantar. El producto final, fue colocado entre dos taburetes y con una cubeta colgada por el medio. Dentro de esta, se agregaron pesas de kilogramos poco a poco hasta romper el puente. El proyecto fue evaluado según su diseño, la capacidad de los estudiantes para seguir indicaciones y finalmente, la masa que el puente logró aguantar previo a romperse. A los tres mejores puentes se les dio la calificación más alta (A) y según el peso aguantado por los demás, la calificación variaba entre Bs, Cs y Ds.

Siendo este su tercer año asignando el proyecto, Sr. Del Valle se ha encontrado con agradables sorpresas al ver la efectividad del proyecto con un puente que llego a aguantar hasta 20 kilogramos el año pasado y 18 kilogramos este año escolar.

“Aunque el proyecto fue algo estresante debido a que era un poco difícil el encontrar las medidas exactas para los palos de madera, además de cortarlos, puedo decir que el proyecto fue bastante bueno y fue una buena manera para poner en práctica el tema de las fuerzas,” nos compartió junior Gabrielly Vasquez.

Proyecto del Pan

Por otro lado, en sus clases de química, Sr. Cartas enseña a sus estudiantes la importancia de la química en la vida diaria por medio de la gastronomía. El proyecto consistió en darle a los estudiantes la receta de pan estilo cubano que el mismo desarrolló hace varios años. Esta receta de veintiocho páginas aproximadamente e imágenes incluidas del procedimiento, viene con estrictas medidas e indicaciones que de no ser seguidas al pie de la letra, afectarían el resultado de manera significativa. Tras hornear su pan, los estudiantes llevaron el proyecto final a la clase, donde el profesor evaluó la capacidad de los estudiantes para seguir instrucciones con una serie de pruebas que consideraban apariencia, olor, consistencia y por supuesto el sabor del pan.

Jimena Romero
El resultado final del proyecto del pan, preparado por diferentes estudiantes.

Al asignar el proyecto por duodécimo vez en su carrera como maestro de la asignatura, Sr. Cartas ha logrado percibir el entusiasmo que los estudiantes muestran hacía este a través de los años. Además de despertar interés sobre la química en los estudiantes, el proyecto también ha sido una herramienta para involucrar a los padres en la vida escolar de sus hijos, ya que los supervisaron mientras lo preparaban.

“Relacionar la cocina con la química fue algo confuso al principio, sin embargo a medida de que preparaba el pan, me fui dando cuenta que sin la primera no habría la segunda. En general, pienso que el proyecto es una buena estrategia pues logramos poner en práctica la teoría vista en clase […] puedo decir que, a pesar de tomar mucho tiempo, la preparación del pan fue una experiencia que valió la pena. Sin duda esta será una receta que seguiré preparando en el futuro,” dijo junior Chiara Frontino.

Aunque esta no ha sido la primera vez en la que estos maestros han cambiado la rutina de la clase, sin duda alguna se puede ver el impacto que ha hecho en cuanto a la comprensión y desempeño de los estudiantes participantes. Podemos decir con certeza que ambos maestros han logrado más que envolver a los estudiantes con los temas de la clase, pues además dejaron una gran experiencia en sus años de preparatoria, que los estudiantes probablemente recordarán en el futuro.