El 18 de sep. de 2020, el pueblo estadounidense estaba entristecido y desconsolado por la noticia del fallecimiento de Ruth Bader Ginsburg. También conocida como RBG, ella fue una magistrada de la Corte Suprema, una feroz feminista y una aliada de la communidad LGBTQ+. Ayudó en la legalización del matrimonio homosexual bajo la administración de Obama y, a pesar de su pequeña estatura, fue una voz poderosa al permitir que las madres trabajaran. Sin embargo, en una nación donde avanzar y reemplazar es la única opción que tenemos, ¿qué tan pronto deberíamos considerar llenar su asiento? Ella es verdaderamente insustituible, por lo que su último deseo debe realizarse: su asiento no debe ocuparse hasta después de las elecciones.

Muchos miembros del Partido Republicano no esperaron ni tan sequeira 24 horas  antes de anunciar sus intenciones. El presidente Donald J. Trump quiere que el escaño de RBG se llene antes del día de las elecciones y el Senado republicano lo apoya por completo. Mitch McConnell salió con una declaración en la cual dijo que cumpliría su “promesa” al pueblo estadounidense y aprobaría a cualquier persona que nominaba Trump. El partido Demócrata no se quedó callado y empezaron a protestar y, para ser perfectamente honestos, su ira e incredulidad están completamente justificadas.

El precedente se estableció en 2016 cuando la posición para juez de la Corte Suprema quedó vacante y la administración de Obama presionó que se llenara el escaño. El Senado, mayormente republicano, no aprobó esta elección porque pensaban que la nominación para una jueza nueva se tenía que poner en manos del pueblo estadounidense. La senadora Lindsay Graham estableció que “Si hay un presidente Republicano en 2016 y se produce una vacante en el último año del primer mandato, se puede decir que Lindsay Graham dijo ‘Dejemos que el próximo presidente, sea quien sea, haga esa nominación.’” Por lo tanto, el partido Republicano debe honrar esta declaración y esperar hasta después de las Elecciones Presidenciales de 2020 para determinar el próximo juez de la Corte Suprema.

“El gobierno debería esperar hasta después de las elecciones. Habían dicho antes que tenían derecho a esperar hasta después de las elecciones… así que deberían mantener los mismos estándares en esta ocasión,” dijo la estudiante de primer año Adriana Cáceres.

Antes de morir, RBG anhelaba que no la reemplazarán mientras que Donald Trump estuviera en la Casa Blanca. “Mi deseo más ferviente es que no me reemplacen hasta que se instale un nuevo presidente,” le había dicho a su nieta, días antes de su fallecimiento. Quien sea que Trump apruebe obviamente será un conservador estricto que está de acuerdo con cada una de sus políticas, esto preocupa a las minorías en el país. En estos momentos Trump está firmemente apoyando a la candidata Amy Coney Barett, una católica conservadora que ha dicho que “la carrera legal no es más que un medio para un fin y ese fin es la construcción del Reino de Dios.” Ella es exactamente lo opuesto a la Notorious RBG, por lo que su posible nominación podría convertir a la Corte Suprema en una mayoría conservadora.

Esto plantea la pregunta de si su religión afectará las decisiones que tomará en la corte judicial. Barrett también está en contra del aborto, esto en si no acaba con los abortos, en cambio, prohíbe los abortos seguros. Sabemos que la mayoría de los estadounidenses no estan a favor de la prohibición total de los abortos y estan buscando invalidar la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio, que le quitaría la atención médica a millones de estadounidenses. En general, deberíamos esperar hasta después de las elecciones para que el pueblo estadounidense pueda elegir una persona en la cual confían tomará una decisión bien informada de que quien será el mejor candidato de SCOTUS.   

“RBG literalmente acaba de fallecer, tenemos que mostrar un poco respeto. Creo que sería mejor para todos si esperamos,” dijo la estudiante de primer año Lorena Acevedo.

¿A dónde nos deja esto? Hay que tener fe en que el partido Republicano recupere la cordura, ejerza el sentido de mortalidad que le queda y no nomine a un candidato de SCOTUS antes de las elecciones. Sin embargo, si lo hacen, todavía hay alguna esperanza. Si Joe Biden gana las elecciones, los demócratas siempre podrán abolir el obstruccionismo y ampliar los tribunales.