2020 será un año marcado en la historia. Desde la pandemia en curso hasta la inmensa brutalidad policial en los Estados Unidos, cada día parece producir otro evento. El 13 de marzo, una joven afroamericana llamada Breonna Taylor, fue asesinada injustamente por la policía de Louisville, Kentucky. Después de meses de protestas y súplicas, el caso de Breonna Taylor llegó al gran jurado, cuya decisión se hizo pública el 23 de septiembre. El veredicto determinó que Jonathan Mattingly y Myles Cosgrove eran inocentes y acusó a Brett Hankinson por toda la injusticia. En lugar de ser acusado ​​por el asesinato de una mujer inocente de 26 años, fueron acusados ​​por los disparos que fallaron y golpearon la puerta del vecino. Va sin decir que muchos estadounidenses están enfurecidos con esta decisión. Mattingly, Cosgrove y Hankinson deberían haber sido acusados ​​de asesinato tras la muerte evitable de Breonna Taylor.

“Me decepcionó ver la poca importancia que le dieron a su muerte. Básicamente dijeron que su muerte apenas importaba,” dijo freshmen Mauricio Quesada.

La premisa del caso de Breonna Taylor es que un técnico de emergencias médicas de 26 años recibió un disparo después de que tres oficiales, Brett Hankinson, Jonathan Mattingly y Myles Cosgrove, entrarán a su casa a las 12:44 am sin anuncio y sin orden de registro. Utilizaron un ariete para entrar a la casa de Breonna Taylor, ya que sospechaban que ella estaba involucrada en otros casos de drogas. Aparentemente, dos hombres estaban vendiendo drogas en su apartamento, uno de los cuales había tenido relaciones con Taylor. En ese momento, el hombre que estaban buscando ya estaba bajo custodia policial, lo que plantea la pregunta de por qué estaban los oficiales ahí en primer lugar. También es importante señalar que a este ex-novio se le ofreció un acuerdo de culpabilidad si decía que Taylor era una delincuente que participó en actividades ilegales.

El novio de Breonna Taylor, Kenneth Walker, escuchó un golpe fuerte en la puerta pero no oyó ningún anuncio de los oficiales, aunque incluso si lo hicieron no se podría haber escuchado desde esa distancia. Los oficiales afirman que sí se anunciaron. Esto causó una gran discrepancia y las afirmaciones de los vecinos solo aumentaron la confusión. Dos afirman que no hubo ningún anuncio, mientras que los otros tres dieron relatos separados en los que parecían confundidos sobre si había una identificación. Walker usó su pistola licenciada para dispararle al teniente Mattingly en el muslo y, a cambio, estos tres oficiales le dispararon 10 rondas. Los agentes afirmaron haber visto un rifle o un AR-15, pero el informe oficial lo desmiente. Otra gran inconsistencia es la cantidad de disparos que cada oficial afirmó haber disparado, uno dijo que solamente disparó cuatro cuando en realidad disparó 16. Taylor no murió por el impacto de la bala, su muerte fue por no haber recibido la atención médica que merecía porque los oficiales le dieron prioridad a la herida de Mattingly. No se encontraron drogas en el apartamento ya que no fue revisado. 

El oficial manejo la investigación y la búsqueda de una forma muy inadecuada. Eran las 1:00 am y su novio era propietario de un arma con licencia; la policía debería haber estado al tanto de esto porque tenían acceso a los registros. Walker estaba dentro de su derecho a usar su arma para autodefensa si se sentía que estaba en peligro, con la ley de Kentucky “Defiende Tu Posición” apoyando esto. La ley establece que si siente que su vida está en riesgo, puede usar su arma para evitar más daños corporales. El autodefensa solo parecía ser un problema porque era un hombre negro tratando de defender a su familia de lo que podría haber sido un intruso potencial. Cuando Taylor fue golpeada, la ayuda no llegó de inmediato. Además de esto, todas estas inconsistencias entre el informe oficial y los testimonios se sumaron al hecho de que no hay videos de lo que ocurrió en verdad. Las imágenes de la cámara corporal que tenemos tienen el potencial de mostrar que los oficiales violaron las reglas, esto refuerza el reclamo de que la situación podría y debería haberse manejado mejor.

Su muerte hizo noticia en varios canales nacionales y algunas personas no tardaron en cometer una injusticia increíble con Breonna Taylor y su familia en luto. Todos los hogares en Estados Unidos al menos han escuchado su nombre, pero a veces lo escucharon por razones equivocadas; el internet convirtió su nombre en una burla. Esto también dio lugar a una gran desinformación. El público general negó su trabajo como EMT y afirmó que ella era traficante de drogas, a pesar de que no hay evidencia a favor de esto.

“Creo que si todas las personas que intentan sacar provecho de ella pusieran sus esfuerzos en crear conciencia y hacer justicia para Breonna como afirmaban estar haciendo, entonces el tribunal hubiera tomado el caso más en serio,” dijo senior Alma Martínez.

Después de que salió el gran veredicto, fue claro que el caso se manejó de manera completamente incorrecta. Esto causó que el gobierno publicará el audio original del gran jurado, algo que generalmente se mantiene en secreto. De acuerdo a uno de los miembros del gobierno, el gran Jurado nunca se le dio una opción para acusar a los funcionarios de cargos criminales. El fiscal general no le dio al gran jurado ninguna recomendación por cargos de asesinato de los otros dos oficiales, a pesar de que el público lo exigió. Taylor no “instigó” ni disparó un arma en defensa propia, por lo cual el fiscal general debería haber considerado cargos de asesinato. Ahora que se han publicado los audios, surgen más preguntas y las demandas de justicia son cada vez más fuertes.

Las disparidades raciales en el sistema de justicia hacen que sea muy difícil para las víctimas negras de la brutalidad policial obtener la justicia que merecen. Tampoco ayuda que los oficiales sean difícil de condenar si toman medidas contra un un civil que exhibe un arma, porque no se puede saber con certeza si fue o no en defensa propia. Un ejemplo de un caso de brutalidad policial que terminó en una absolución es el caso de Trayvon Martin, un joven de 17 años que recibió un disparo después de que George Zimmerman “confundiera” un paquete de Skittles con una pistola. Fue absuelto y hoy está libre, 25 mil dólares en su bolsillo luego de subastar el arma y firmar paquetes de Skittles para ganarse la vida. No debemos dejar que el caso de Breonna Taylor caiga de la misma manera. Luche por Breonna Taylor de cualquier manera que pueda, ya sea que eso signifique protestar pacíficamente, firmar peticiones o comunicarse con funcionarios del gobierno.